Extracto de la obra de teatro de Pedro Calderón de la Barca Para vencer a Amor, querer vencerle, escrita en 1650; palabras del personaje don César Colona en la jornada primera:
Ese ejército que ves vago al yelo y al calor, la república mejor y más política es del mundo: Aquí que nadie espere que ser preferido pueda por la nobleza que hereda, sino por la que él adquiere; porque aquí a la sangre excede el lugar que uno se hace y sin mirar cómo nace se mira cómo procede. Aquí la necesidad no es infamia; y si es honrado, pobre y desnudo un soldado tiene mayor calidad que el más galán y lucido; porque aquí, a lo que sospecho, no adorna el vestido al pecho, el pecho adorna al vestido; El dar, y el pedir aquí, puesto en tan buen uso vive, que tal vez el que recibe quedar más airoso vi, que el que da; porque aquí es tal el fruto de la opinión, que es dádiva la ocasión de hacer a otro liberal. No aquí en la arrogancia crece de nadie el crédito, pues aquí el más valiente es el que menos lo parece. Y así, de modestia llenos, a los más viejos verás, tratando de serlo más, de parecerlo menos. Aquí la más principal hazaña es obedecer, y el modo cómo ha de ser es ni pedir ni rehusar. Aquí, en fin, la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el honor, la bizarría, el crédito, la opinión, la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son, caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna, la milicia no es más que una religión de hombres honrados.
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