Transcripción de la parte final del vídeo de Emmanuel Dannan El peligro de la izquierda progresista publicado en 2021-06-04:
Nosotros nos podemos reír, podemos tratar a los progres de tarados; son estúpidos, son idiotas… Lo son, lo son, y está muy bien que se lo recordemos todos los días: el progresismo es un problema mental, y es gente que necesita ayuda; el progresista es una persona inmadura, es una persona que tiene un severo retraso madurativo, es una persona a la que no le importan los hechos, le importa el relato. Es una persona que quiere una caricia de un padre, que evidentemente ha tenido ausente en su vida, que le diga: «Yo te digo lo que quieras escuchar». «Gracias, papá, gracias». Eso es ser progresista, es un tarado, es un eterno niño, es un eterno niño con problemas mentales. Y está bien, hay que recordárselo todos los días, justamente trayendo a colación los datos que no se pueden bancar.
Eh, progresista, ¿sos comunista?, ¿te gusta el comunismo? ¿Sabés qué?: a los homosexuales y a las mujeres los cagaban matando. ¿Sí? Datos. ¿Te gusta el Che Guevara? ¿Te gusta Stalin? ¿Te gusta…? ¿Quién te gusta? ¿Mao? ¿Te gusta Mao? Ochenta millones de muertos tiene Mao… Encima… Hasta el año 2012 en China estaba criminalizada todavía la homosexualidad… Gracias a Mao… ¡Idiota!
Pero más allá de que ellos son tarados, los responsables de su idiotización ―aparte de ellos, porque se han dejado idiotizar, porque hoy no hay excusa para ser ignorante, hoy no hay excusa para ser ignorante―, los que están detrás de esta idiotización masiva no son ningunos estúpidos, son dañinos; y buscan poder, y tienen los medios, y están en la política, y se han metido en la educación, que ya no es educación: es adoctrinamiento.
Entonces cuidado, muchachos, nosotros nos reímos mucho, lo tomamos con humor (si no, nos vamos a amargar y a deprimir, por supuesto), pero no descuidemos que la batalla cultural tiene que seguir. Tiene que seguir. ¿Sí? La mente de mucha gente joven hoy está cambiando. Es cada vez más difícil ver a un pibe de menos de cuarenta años que sea un fanático del Che Guevara. Pero no nos descuidemos. Es peligroso lo que la narrativa izquierdista, lo que la narrativa progresista propone. Es peligroso lo que hace. Y a través de la educación y a través de los medios y a través de la política pudre la cabeza de mucha gente.